Nuestro objetivo es acompañarlos en el descenso de peso, mediante la reeducación en relación con la alimentación, procurando cambios de hábitos, brindando información, herramientas y técnicas para arribar a un peso saludable y mantenerlo en el tiempo.

CONSTRUYAMOS UNA VIDA PLENA


Deseas empezar a cuidarte y entonces te preguntas: ¿por dónde empiezo?, ¿cómo me organizo? Los cambios deben ser progresivos, pero se pueden lograr.







Hacer una vida más sana es, sin lugar a dudas, un objetivo valioso para la longevidad y la calidad de vida. Implica mantener a raya el estrés, descansar adecuadamente, hacer actividad física, controlar la presión arterial y el azúcar en sangre, bajar los kilos que sobran, comer más frutas y hortalizas, regular el consumo de grasas, cepillarse los dientes, usar hilo dental, aplicarse protector solar..., ¡entre muchos otros factores!

Por eso, si tomaste la decisión de cuidarte, tal vez te preguntes: ¿por dónde empiezo?, ¿cómo me organizo? Para sortear esta confusión tené presente que los cambios deben ser siempre progresivos, y que la única forma de convertirlos en hábitos es a fuerza de repetición.

Quizá te estimule saber que aun si llevas una carga genética de enfermedad crónica (como diabetes, hipertensión u obesidad, por ejemplo) podés disfrutar de una vida saludable si adquiris hábitos apropiados para disminuir esa tendencia heredada.

Esta guía de hábitos saludables puede ayudarte a notar cuáles te conviene incorporar y en qué medida deberías hacerlo para vivir más y mejor. Todos los días:

* Manténete activo

De acuerdo a tu edad y estado físico, planifica algún ejercicio que disfrutes (caminar o bailar, por ejemplo), y practíquelo cada día durante un minuto por cada cumpleaños celebrado. Si atravesaste una larga etapa de sedentarismo, aumenta la intensidad de a poco. La mayor parte de la pérdida de fuerza asociada al paso de los años es resultado de la falta de uso de los músculos. Para permanecer fuerte, realiza 2 ó 3 sesiones semanales con pequeños pesos (latitas de tomate sin abrir o botellitas de agua mineral), o sesiones cortas a diario, alternando los grupos musculares. Si lográs sostener este hábito en el tiempo, además de mantener un peso saludable y mejorar tu capacidad cardiorespiratoria, tendrás mayor flexibilidad y resistencia.

* Atención a lo que comés (¡y a cómo lo comés!)

Hacer 6 comidas diarias activa el metabolismo, disminuye la sensación de hambre y permite incorporar todos los grupos de alimentos. Lo ideal es consumir 5 porciones de frutas y hortalizas por día. Al aderezar tus comidas, elegí el aceite de oliva, ideal para incorporar grasas monoinsaturadas(siempre medido). Mastica bien cada bocado... ¡y saborea la comida!

* Fortalecé tus huesos

Consumir alimentos ricos en calcio es indispensable para disminuir el riesgo de osteoporosis. Aprovecha las fuentes naturales de este mineral: lácteos, pescados enlatados con sus espinas al natural, algunos vegetales -berro, brócoli, acelga, kiwi, espinaca-, legumbres -poroto, garbanzos, porotos de soja-, frutas deshidratadas -orejones de higo y otras-, frutas secas -avellanas, almendras, nueces-, semillas de sésamo.

* Hidratate

Tené mano una botella de agua de 2 litros y termínalá al final del día (equivale a un poco más de 8 vasos). Tomá una taza de té (negro o verde). Si bebés alcohol, no pases de un vaso de vino tinto diariamente.

* Cuidá tu postura corporal

Si trabajas o estudias, coloca un recordatorio en tu escritorio o computadora para estirar tus músculos durante 5 minutos por cada hora que permaneces sentado (podés caminar o estirar tus hombros hacia atrás o en forma circular). Procurá mantener una postura erguida y cómoda, ya que estar encorvado causa tensión muscular, fatiga e incluso dolor.

* Entrená tu cerebro


Mejora tu capacidad mental con desafíos simples, y aprovecha su tiempo de ocio para resolver palabras cruzadas, jugar ajedrez, leer o aprender un nuevo idioma. Estas actividades contrarrestan la pérdida de memoria asociada con la edad.

* Relajate

Programa hábitos para alejar las tensiones acumuladas en el día. Por ejemplo, mantené un horario regular para acostarte, date un baño caliente, leé, escucha música suave o tomá una taza de té de hierbas antes de ir a la cama. Enseñá esta rutina a sus hijos y aprenderán a descansar mejor desde pequeños.

* Si fumás, es un buen momento para dejar ahora

Fumar es una de las principales causas de mortalidad. Practicá el "Sólo por Hoy". Y todos los días repetite: "Hoy no fumo".

Hoy es el primer día del resto de tu vida, y está en vos cómo querés vivirla.

¡Muy buen comienzo de semana!



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