Se dice que la palabra Kéfir, proviene de la palabra turca “Keif”, que significa
“sentirse bien”.
Proviene del Caucaso. Dicen que la longevidad de los habitantes de las montañas del Cáucaso es un misterio. Desde hace miles de años hay algo que no falta en su dieta: El kéfir. Y es esa longevidad de los pueblos, que tradicionalmente lo consumen, lo que lo popularizó en Europa a principios del siglo XX.
El Kéfir es el Rey de los Probióticos (el término probiótico: del griego"para la vida"), es una bebida de gasificación natural, que posee una gran cantidad de lactobacilos, además de encimas, minerales, aminoácidos y vitaminas (A,C,D,K) y las del grupo B incluyendo la esencial B12).
Su ingesta aporta al organismo diversos microorganismos benéficos para la flora intestinal.
Esta virtud produce la regeneración de la flora intestinal y el descongestionamiento del intestino, dando por resultado un buen funcionamiento (correcta eliminación de toxinas y absorción de nutrientes), aliviando y estimulando las funciones de los demás órganos (hígado, vesícula, riñón, páncreas), mejorando así el funcionamiento integral del organismo.
Sus beneficios y virtudes:
☼ Regulador intestinal. Tanto en el tránsito lento o rápido
☼ Depurativo y desintoxicante del organismo
☼ Desinflama el abdomen
☼ Es digestivo y mejora la asimilación de nutrientes
☼ Normaliza la presión arterial
☼ Estimula el sistema inmunológico. Posee propiedades antivirales, antifúngicas y antibióticas
☼ Poderoso antiséptico y antibiótico
☼ Muy efectivo en problemas de vesícula, hígado, riñones, páncreas, estómago e intestinos
☼ Ayuda en diarreas, acidez, divertículos, estreñimiento, colón irritable, gastroenterocolitis
☼ Eficaz en artritis, bronquitis, asma, obesidad
☼ Mejora el estado de las uñas, piel y cabello
☼ Es aperitivo, digestivo y afrodisíaco
☼ Alivia el síndrome pre-menstrual
☼ Es isotónico en condiciones extremas de calor y de esfuerzo fisico
☼ Promueve un Metabolismo más eficiente
☼ Destruye las levaduras patógenas en el cuerpo
☼ Baja la ansiedad
El kéfir es una combinación de bacterias probióticas y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares. Sus nódulos tienen un aspecto similar al de la coliflor pero es más blando y gelatinoso y están envueltos en una matriz polisacárida, denominada kefiran. Los principales microorganismos en el kéfir son la bacteria Lactobacillus acidophilus y la levadura (hongo unicelular).
Existen tres tipos de kéfir: de leche, de agua y de té o Kombucha (es una bebida fermentada de ligero sabor ácido).
El más conocido es el de leche, sin embargo, desde mi experiencia el más recomendado es el de agua.
Recomendamos tomar a partir de un vaso por día, preferiblemente en ayunas, pudiéndose tomar como refresco natural en cualquier momento del día. Al tiempo, puede tomarse varias veces al día.
