Nuestro objetivo es acompañarlos en el descenso de peso, mediante la reeducación en relación con la alimentación, procurando cambios de hábitos, brindando información, herramientas y técnicas para arribar a un peso saludable y mantenerlo en el tiempo.

CUIDADO CON LAS GRASAS








A continuación 5 sugerencias que pueden considerar si se desea realmente bajar de peso y comenzar a disfrutar de una vida más sana, llena de energía y vitalidad.



1. El cuerpo tiene un número dado de células para el almacenamiento de grasas (adiposas), que aumentan o disminuyen de tamaño para acomodarse a los niveles cambiantes de necesidad de almacenamiento de grasas. Es por esto que las grasas de la dieta se almacenan con mucha facilidad en las células adiposas. Por esta razón conviene emplearse una dieta pobre en grasas que reduzca los depósitos de grasas existentes en el cuerpo.


2. Las grasas de pescado y el aceite de oliva son realmente buenas para el cuerpo, y deberían idealmente componer la mayoría de las calorías grasas. Las grasas de origen animal (esto es, las que contienen las carnes y productos lácteos) son menos sanas, y deberían tomarse al mínimo. Para esto, ingerir proteínas vegetales, pollo sin piel y pescado. Recuerda que la grasa de la dieta es hoy tu enemigo para la pérdida de peso, y, a largo plazo, tu enemigo para las dolencias cardíacas entre otras.


3. Mantener al mínimo las calorías grasas. Adoptar estrategias de reducción de grasas como evitar restaurantes que carezcan de opciones saludables en el menú, y pedir que te traigan por separado las salsas y el condimento de la ensalada. Estudiando los envases de los alimentos en el supermercado, podemos conocer el contenido graso de aquellos. Todos los envases de alimentos deben dar la lista de ingredientes por orden de cantidades, de modo que los alimentos más sanos mostrarán las grasas como uno de los últimos ingredientes.


4. Todos los alimentos se convertirán en grasa almacenada si se consumen en exceso de las necesidades energéticas. Las necesidades de proteínas y grasas de los seres humanos suelen ser fijas, y los hidratos de carbono complejos deberían contribuir con energía (calorías) cuando se necesite. Para reducir los cúmulos de grasa en el cuerpo, es necesario utilizar más energía de la que se consume en los alimentos, por medio de actividades y ejercicios corporales. El contenido en nutrientes de los alimentos debe ser elevado, especialmente si se consumen menos calorías. Los dulces (hidratos de carbono simples) deberían ser evitados, debido a la baja densidad de nutrientes y al alto contenido en grasas que a menudo se encuentra en ellos.


5. Las dietas muy bajas en calorías y la carencia de ejercicio contribuyen a quemar tanto la masa muscular como la grasa corporal. El cuerpo recupera la grasa más fácilmente, y con el tiempo cambia la composición del cuerpo a un mayor porcentaje de grasa. El enfoque correcto es el de aumentar gradualmente el ejercicio al tiempo que se disminuye gradualmente la ingesta de calorías (provista desde las grasas). Un cambio rápido no funcionará a largo plazo.


6. Un cuerpo bien ejercitado estará bioquímicamente entrenado para utilizar más eficientemente las grasas procedentes de la dieta y de las reservas como fuentes de energía. La tendencia a almacenar grasas se reduce con movimiento. Si la intensidad del ejercicio es bastante alta, el cuerpo quemará energía durante horas después de que el ejercicio haya acabado. Este efecto incrementa el metabolismo basal, que es la energía que se quema en reposo.




CUIDANDO NUESTRO PESO en VACACIONES









Las vacaciones son un período tan agradable como desafiante para quienes están cuidando su peso. El tiempo libre permite el descanso, relaja y es saludable, pero a algunas personas las predispone a transgredir los límites que se han puesto con la comida durante todo el año. Por eso, un buen desafío es proponerse simplemente mantener el peso actual. Con eso podemos darnos por satisfechos y retomar la intensidad después del verano.


Tengamos en cuanta no saltearnos ninguna comida, sigamos haciendo la frecuencia:

Comer a intervalos regulares sin saltear ninguna comida no sólo provee la energía necesaria para disfrutar de las vacaciones, sino que además favorece el control de la porción de la siguiente comida. La frecuencia de comidas debe ser cada una hora y media como mínimo y tres horas como máximo. El fraccionamiento ayuda a mantener activo el metabolismo, lo cual favorece el descenso de peso.

Recordemos que el desayuno es una de las comidas más importantes del verano. Ayuda a no tentarse con comidas rápidas o golosinas en las horas de playa. Conviene empezar el día con frutas, yogures light y cereales sin azúcar, tostadas con mermelada diet y queso blanco. Siempre acompañado de liquidos fríos y calientes.


Elijamos bien los hidratos de carbono:

Son la principal fuente de energía en una alimentación equilibrada. Sin embargo, no todos son iguales y de su elección dependerá que se favorezca o no el depósito de grasa en su organismo.


Hidratos de carbono de absorción lenta: Como tienen mayor contenido en fibra, aportan más saciedad. Se hallan en frutas (frescas, secas, deshidratadas y enlatadas), cereales y derivados (en sus versiones integrales), y legumbres. Son los más convenientes.

Hidratos de carbono de absorción rápida: Tienen menor contenido en fibra, producen un incremento rápido de la glucemia y la insulina, y así generan menor saciedad que los de absorción lenta. Están en azúcares, miel, mermeladas, dulces compactos, gaseosas comunes, jugos, papa, batata, golosinas, chocolates. Resultan menos convenientes.


Estar en movimiento:

Caminar, bailar, andar en bicicleta, correr, participar de clases de gimnasia o deportes al aire libre, nadar pueden ser alternativas que nos permitan complementar nuestro cuidado en las comidas. No sólo nos servirá para aumentar la energía y sensación de bienestar, sino que estará favoreciendo una mayor actividad metabólica que nos ayudará a quemar grasas.


Si vamos a hotel...

Si vacacionamos en un hotel con "todo incluido”, la comida disponible será uno de los puntos atractivos y riesgosos. Comida disponible a toda hora, ¡nefasto para mantenerse a raya!. En ese caso, evitemos problemas: contratemos una habitación lejos del comedor, usemos siempre la escalera en vez del ascensor, comamos siempre ensaladas antes del plato principal. Y pensemos que no porque está incluido en el precio, hay que comerlo todo. Disfrutemos la comida, pero también aprovechemos las actividades que tal vez se nos ofrezcan, clases de gimnasia diarias, gimnasio, pileta, salas de masaje, sauna.


Llevar balanza:

Pésarse antes de iniciar las vacaciones y continuar haciéndolo con cierta regularidad: puede ser una vez por semana o todos los días a la misma hora, siempre en la misma balanza y con la misma ropa, puede ser un gran aliado en vacaciones.


Comer, rico y variado:

Se puede hacer una alimentación placentera, además de saludable. La combinación de frutas y hortalizas de distintos colores, alimentos con proteínas (huevo, lácteos descremados, legumbres, pescado, carne magra, pollo sin piel, soja, nueces) y cereales integrales nos permitirá encontrar y redescubrir una variedad de sabores.


Mucha agua:

Llevar con nosotros durante todo el día botellitas de agua o gaseosas light, que nos ayudarán a sentir mayor saciedad.


Cuidado con las comidas en restaurante:

Saber elegir cuando comemos afuera también es importante. Observar con detenimiento el menú, encontraremos posibilidades que se adecuan a nuestro objetivo, como carnes a la parrilla, pastas con la salsa fileto, ensaladas de hortalizas variadas (pídamoslas sin aderezar), algún helado light o ensalada de fruta.


Recordemos:

☼ degustar un caramelo ácido unos 15 minutos antes de las comidas principales.

☼ comer una entrada como un tomate cortado al medio o una ensalada verde con aderezo light.

☼ mastiquar bien los alimentos.

☼ comer en forma lenta.

☼ tengamos en cuenta que las preparaciones que requieren usar cubiertos ayudan a mejorar el objetivo.

☼ porciones más pequeñas en platos tamaño postre.

☼ bebamos algún líquido frío antes de comer (agua, jugos light, por ejemplo).


Podemos pasar unas hermosas vacaciones, disfrutar, darnos gustos moderadamente y cuidar nuestro peso y nuestra salud.




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