Nuestro objetivo es acompañarlos en el descenso de peso, mediante la reeducación en relación con la alimentación, procurando cambios de hábitos, brindando información, herramientas y técnicas para arribar a un peso saludable y mantenerlo en el tiempo.

COMO CUIDARSE LOS DIAS PREVIOS A LAS FIESTAS


En las fiestas de Navidad y fin de año se suelen consumir hasta cinco veces más calorías que en una cena normal. Este exceso se traduce en un kilo y medio de más en la balanza. Sin embargo, no sólo esas dos noches son de desarreglos: todo diciembre es mes de brindis, cenas, cócteles. Sino trazamos un plan, podemos terminar el año con 5 kilos de más tranquilamente.

¿Qué estrategias implementar para no caer en atracones que echen por tierra el equilibrio del plan alimentario de todo el año?

No hay porqué prohibirse ninguna fiesta, pero hay que comer de modo equilibrado, trabajar sobre los excesos.

Es importante empezar por reducir la cantidad de "excusas" para comer de más. Las comidas de fin de año no deberían durar un mes; con 5 o 6 encuentros uno celebra con todos los grupos que tiene.

Una recomendación básica: ante una cena especial, no hacer ayunos el resto del día, sino respetar un mínimo de 4 comidas, lo ideal es comer con frecuencias cortas ( cada 2 horas apox.) esto nos permite llegar sin hambre a la próxima ingesta, poder manejar las porciones, incluso en los imprevistos y en los eventos.

Cuando llegamos al evento, es bueno empezar a comer algo que nos de saciedad, como por ejemplo, una ensalada verde abundante, aunque midiendo la cantidad de aceite. Cuando estamos con el plato principal sugiero intercalar agua entre bocado y bocado; la sensación de saciedad del estómago llega más rápido.

Para quienes disfrutan de acompañar la comida con alcohol, conviene poner el vaso con agua del lado derecho del plato, más al alcance de la mano; del lado izquierdo, la copa de vino; así se reduce la ingesta de alcohol, que es una fuente líquida de calorías.

Lo que hay que aprender a manejar es la ansiedad que despierta la comida. Hay que procurar generar la sensación de saciedad, que no viene dado por cuánto se come, sino por el tiempo en que tardo en comer. La ingesta debe ser lenta para darse tiempo de sentir saciedad, que llega 20 minutos después de la ingesta.

Otro dato importante a tener en cuenta es saber comprar para evitar las tentaciones durante este mes de las fiestas,  hay que ir al supermercado con un listado, no recorrer, porque todo tienta en esta época en la que uno está con el espíritu generoso. Es conveniente comprar lo justo y necesario y tener recursos disponibles como gelatina light, frutas frescas, postres light.

Evitar el atracón. Para esto seamos flexibles para ello comer balanceado, placentero y sostenible es clave, por esto la dieta es una "forma sana de vivir durante todo el año".

Los excesos, las descargas compulsivas alocadas traen todo tipo de riesgos para la salud: desde sentirme muy mal física y anímicamente, o dormir mal, o sentir que uno quebró una línea de equilibrio y ya no puede parar, hasta cuestiones más serias como trastornos cerebro o cardiovasculares, por ejemplo. Para evitarlo hay que seguir siempre un plan acorde a cada uno.

Sostener la actividad física. Si los gimnasios cierran,  hay que hacer el esfuerzo de salir a caminar. No hay misterios en la ecuación: si son días de mayor ingesta de comidas calóricas es necesario que el resto de las ingestas sean "elecciones inteligentes", más frutas, más verduras, más yogures, más proteicas y menos hidratos, todas acompañadas con muchaa agua y con toda la actividad física que se pueda.



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